martes, 30 de diciembre de 2014

                                               LA ENTREVISTA
Arq. Vicente Vargas Ludeña                                                                                                     29/12/2014
La industria cinematográfica hollywoodense elabora con más frecuencia enlatados de mala calidad, pésimo gusto e ideológicamente aberrantes. Su leitmotiv fundamental  es la violencia, con ella adereza escenas épicas o líricas con charcos de sangre. El cine que alguna vez dejó reflexiones en el espectador al abandonar la sala, trascendió en el tiempo y se volvió como una clásica obra literaria capaz de releerla deleitándose; hoy, a decir de Z. Baugman el celuloide se ha licuefactado, se ha vuelto liquido, efímero, zumbido al oído y agrio al placer. Claro está, la industria produce lo que el mercado reclama y consume: mierda.
La película “La Entrevista” de Sony Picture es un salivazo en la cara del espectador, no por su argumento y desarrollo que de por si es soso y en la misma línea de la “exitosa y deslumbrante figura mediática del entrevistador”; sino por la parafernalia que  construyeron para difundirla y mercadearla. Después de producir el bodrio, que es la película, era necesario que los titiriteros del dinero y las finanzas muevan todos los tinglados en la Casa Blanca donde es huésped el Negro Nobel, el Congreso, los lobbies, y todos los poderes fácticos y cibernéticos, que unos genios de la teatralidad habían descubierto y creado, que existía en un determinado País (Corea del Norte) una dinastía  y un gobernante tirano, homosexual, que mata de hambre a su pueblo, narcisista etc.
A nadie escapa la velada intención que proponía el film: estigmatizar, advertir, burlarse y provocar políticamente a aquél mandatario que no está en la línea de sometimiento al gran imperio. Ante cualquier reacción Júpiter tonante desde Washington, tomaría las medidas de castigo que serán “proporcionales”: como así sucedió. Primero, ante la expectativa del escándalo, el público premió a los promotores con dinero. Segundo, la ofensa espera respuesta: se inicia la guerra cibernética. Se cumple lo que los halcones del Pentágono lo han anticipado: que están preparados para llevar la Guerra Quinta Generación, también llamada Guerra sin Límites, a las puertas de cualquier Nación sin disparar un tiro.

La política yanqui actual no se diferencia de la política tribal de las praderas africanas, sus protagonistas son elementales, pero causan mucho dolor y miserias, ni el mismo afro-americano de la Casa Blanca, cuya inteligencia luce cuando escribe, es capaz de hilvanar un proyecto político coherente interno y externo. Obama ha sido, es un títere, y no podrá escapar a la manipulación que los diseñadores del Nuevo Orden Mundial han preparado; lo  han arrastrado a aventuras fascistoides por vericuetos de genocidio y muerte por el planeta, el poco tiempo que le resta en el gobierno solo servirá para cavar más profundo su sepultura política. RIP en su tumba. 

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