MAFIAS GLOBALES
Arq. Vicente Vargas Ludeña Marzo, 27 2015-03-23
Las características estructurales de una sociedad determinada, lo definen sus
aparatos jurídico, político y naturalmente su andamiaje económico. El nivel de
desarrollo material promueve y condiciona varios y diversos factores culturales, éticos,
morales, el arte la ciencia y la técnica
adquieren dimensiones múltiples y vanguardistas. Al interior de estas tesis
surgen así mismo los más altos valores civilizatorios que promueve la sociedad en procura del
bienestar material y espiritual de sus integrantes. Pero independiente de la
voluntad colectiva surge en la margen opuesta de su universo la antítesis del
bien de la existencia ontológica misma, también la de los fines: el mal; organizando un sistema paralelo de vida y
convivencia marcado por la violencia criminal y todas las formas más perversas
y degradantes que conducen sin remedio a la muerte abyecta. De eso tratamos de
reflexionar en esta nota: La mafia histórica y el “sistema mafioso financiero
global”.
La condición humana es un enorme archivo de violencia y crimen.
Siempre cumpliendo los instintos del lobo, tragándose al otro; los medios no
cuentan, son infinitos; igualmente las causas,
inagotables; tampoco tienen límites de tiempo, será por los siglos de
los siglos. La literatura, el cine, las tradiciones orales de los pueblos
enriquecen, bañan de sangre y desencanto las páginas, las pantallas y las
imaginaciones.
El delito común callejero del truhán en solitario o en
pandilla es dañino y pernicioso, porque las víctimas son el escarnio de una
sociedad, regularmente, relajada; las calles de las ciudades del mundo están
plagadas de ese miedo victimario. Los habitantes de los sistemas carcelarios
son malhechores y excrecencias del cuerpo social, independiente de sus orígenes
y causalidades; algunas veces victimas de su propio núcleo social. Esto no es
objeto de nuestro análisis. La vocería mediática son buitres que se alimentan
de esa carroña; a veces fijan en el inconsciente colectivo y crean un imaginario violador, asesino, prostituta,
ratero, drogadicto y toda la fauna de ese submundo.
Para llevar a cabo grandes proyectos criminales se requiere
otras instancias y estructuras orgánicas: la participación de la ley y el
funcionario corrupto; una cuasi jerarquía y disciplina militar prusiana, es
indispensable; La adaptación de los valores
a sus propósitos y al supramundo espiritual que la mafia crea con
carácter inmutable, y que debe ser respetada y acatada: el amor filial, la
lealtad, la fidelidad, el valor de lo material,
lo social, religioso; el dinero se convierte en el fin y propósito de
sus vidas. Con esa parafernalia constituida, sus planes y proyectos echan para
adelante con el respectivo deprecio a la sociedad y a la vida. Las relaciones de
poder cuentan: la hegemonía territorial, económica, financiera, comercial y la
más variopinta de las actividades que puedan y deban redituar riqueza a
cualquier precio desde la felonía, la extorsión, el chantaje, la mentira etc.
La mafia es una organización criminal histórica que ha dado
muchos frutos desde los albores que apareció el dinero en cualquier lugar de la
tierra ¿Por qué el dinero? Sencillo, porque se lo puede almacenar en pequeños
espacios; y claro, con él se puede adquirir todo lo material y celestial que se
desee, y también el poder. La mafia actúa con todo desenfado en sus prácticas criminales, a
pesar que, a veces guarda cierta compostura frente a la sociedad hasta exigen estimación y estatus a las
élites, a las que también comprometen e involucran en su afán de poder. Los
capos regularmente no constan en la listas de huéspedes en las cárceles; si no
son inmunes, tampoco son ingenuos, conocen todas las rendijas de la ley. El
derrumbe de la mafia regularmente es endógena: las contradicciones y tensiones
internas en las jerarquías; la debilidad
de algún miembro felón también es causa erosiva que debilita o implosiona la
organización. Otra razón que pueda hacer crujir su estructura, es la presencia
de alguna autoridad incorruptible con escudo antibalas y que haya podido sobrevivir a la arremetida
de los gatilleros mafiosos. El cine y la literatura han ilustrado y deleitado
por décadas la vida de los gánsteres mafiosos; la obra cumbre de la mafia
histórica fue la película de la novela El Padrino de Mario Puzo; como el
Quijote de Cervantes la novela de caballería cumbre, con ella agotaba con
deleite lo que consumía la sociedad de esos tiempos, porque nada ni nadie podrían superar la
imaginación del Manco de Lepanto; algo similar sucedió con los Corleones en el cine
y la literatura gansteril. Sin embargo la industria millonaria del entretenimiento
de Hollywood continúa subyugando con
vidas mafiosas a millones de espectadores. La serie televisiva “Los Soprano” es
un alarde inagotable de lo que el crimen
cautiva. El hilo conductor es el mismo: dinero fácil, chantaje, asesinatos,
rivalidades territoriales y familiares, narcotráfico, prostitución, juegos de
azar, sexo, justicia y funcionarios complacientes y todas las concupiscencias
del placer. Los medios son pilares que
ayudan a sostener y multiplicar el morbo que llevamos dentro; por supuesto,
rellenan también sus talegas de dinero, cuando no, a lo mejor, son también aliados
de los mafiosos.
No puedo terminar de dibujar este sketch sobre la mafia sin mencionar una obra y
un personaje insignia de esta literatura: Roberto Saviano y su obra maldita
“GOMORRA”. Esta creatura de Saviano resultó ser su calvario desde la
publicación, hasta hoy, jamás puede
vivir sin protección en ningún lugar de la tierra, porque los personajes de su
obra son vivos “vivientes” lo sentenciaron a muerte según sus propias leyes
y no le perdonan que sus repulsivas prácticas
criminales hayan salido a luz a través de este libro, incluso llevado al cine.
Gomorra es un libro testimonial, no es ficción.
En el azar del enriquecimiento el individuo, la sociedad, las
naciones no contemplan sino al único Dios: el dinero. El desarrollo de las
fuerzas productivas en la posmodernidad han trastocado el destino de lo humano:
la eterna búsqueda del bien y bienestar. En la rotación de la tierra los
engendros que la habitan giran más rápido que las revoluciones del planeta,
porque la dialéctica teleológica cambió para mal: se requiere engendros sólo para el consumo. La cultura del consumo
ha depredado y convertido al ser en un despreciable gusano consumista. Esta es
la razón del comienzo del fin y delirio por el dinero a cualquier costo;
construyendo sistemas mafiosos financieros a nivel planetario con sede en pocos
centros de poder metropolitanos: Wall Street, La City de Londres, Hong Kong o
Frankfurt; y desde la arquitectura del
esplendor en las inmensas Salas para decidir el futuro del mundo con mesas
descomunales al borde de los abismos acristalados en los rascacielos bancarios.
El tinglado teatral del dinero que transfigura todo lo que
toca y parece salido de las entrañas de la tierra, ha cambiado el paisaje
global. Cuando en algún lugar el magma derretido asoma y fluye desde las profundidades
sobre la superficie, en el imaginario, son los sudores que chorrean y que del
infierno salen, es la misma imagen de los flujos de dinero que asoman por doquier,
derritiendo vidas que no alcanzan a comprender el principio y fin de sus existencias.
El averno financiero plaga al mundo
desde algunas décadas atrás y sin saber cuando llegue a su meta; es la
expresión más alta, refinada, académica y científica de la mafia global, del
crimen organizado constitucionalmente, desde que las sociedades crearon los
Estado-nación. El ratero acecha en la oscuridad de la esquina, y da el golpe;
la mafia histórica crea un mundo paralelo del negocio sucio en los subterráneos
y sobre la calle con una buena dosis de sangre; el “sistema financiero” se
vuelve genocida, mata con plomo y de hambre a pueblos enteros desde la Casa
Blanca en Washington, de 10 Dowing Street en Londres, desde La Bolsa de Hong
Kong o de Frankfurt.
Otra característica del “sistema” es su intangibilidad; su
lenguaje casi misterioso creado para ser interpretado solo por sacerdotes
sectarios; la multiplicación de sus formas y presentaciones del dinero sigue
siendo paralelo a las mil y una forma que adquiere la ostia y el vino en el
ritual de la misa -una masa de harina sosa se vuelve cuerpo de Jesucristo y el jugo
de la uva se trastoca en sangre, según los dogmas católicos-; las velocidades
astrales con la que el dinero y sus formas derivadas viajan por el espacio
sideral. Lo fundamental de todo el “sistema” es ¿Quiénes y de dónde salen los
dueños y sus gurús? Porque los gánsteres protagonistas no son juzgados por los
crímenes y atracos que ellos realizan a la velocidad de un “clic” en ninguna parte.
En Ecuador existe una cofradía de banqueros ladrones y mafiosos que pasean su
impudicia para escarnio de sus víctimas -sin contar con los que en este
instante deben estar en plena faena depredadora-. Preguntas sobran, respuestas no hay.
A continuación reproduzco un texto a fin de que nos ayude a
comprender el misterioso infierno del “SISTEMA FINANCIERO”.
Wall Street y los monos
Una vez llegó al pueblo un señor, bien vestido, se instaló en el único hotel que había, y puso un aviso en la única página del periódico local, estaba dispuesto a comprar cada mono que le traigan por $10.
Los campesinos, que sabían que el bosque estaba lleno de monos, salieron corriendo a cazar monos.
El hombre compró, como había prometido en el aviso, los cientos de monos que le trajeron a $10 cada uno sin chistar.
Pero, como ya quedaban muy pocos monos en el bosque, y era difícil cazarlos, los campesinos perdieron interés, entonces el hombre ofreció $20 por cada mono, y los campesinos corrieron otra vez al bosque.
Nuevamente, fueron mermando los monos, y el hombre elevó la oferta a $25, y los campesinos volvieron al bosque, cazando los pocos monos que quedaban, hasta que ya era casi imposible encontrar uno.
Llegado a este punto, el hombre ofreció $50 por cada mono, pero, como tenia negocios que atender en la ciudad, dejaría a cargo de su ayudante el negocio de la compra de monos..
Una vez que viajó el hombre a la ciudad, su ayudante se dirigió a los campesinos diciéndoles:
- Fíjense en esta jaula llena de miles de monos que mi jefe compró para su colección, ni recuerda que los tiene. Yo les ofrezco venderles a ustedes los monos por $35 y cuando mi jefe regrese de la ciudad, se los venden por $50 cada uno.
Los campesinos juntaron todos sus ahorros y compraron los miles de monos que había en la gran jaula, y esperaron el regreso del 'jefe'...
Desde ese día, no volvieron a ver ni al ayudante ni al jefe. Lo único que vieron fue la jaula llena de monos que compraron con sus ahorros de toda la vida.
Ahora tienen ustedes una noción bien clara de:
Cómo funciona el Mercado de Valores, la Bolsa y Wall Street
Una vez llegó al pueblo un señor, bien vestido, se instaló en el único hotel que había, y puso un aviso en la única página del periódico local, estaba dispuesto a comprar cada mono que le traigan por $10.
Los campesinos, que sabían que el bosque estaba lleno de monos, salieron corriendo a cazar monos.
El hombre compró, como había prometido en el aviso, los cientos de monos que le trajeron a $10 cada uno sin chistar.
Pero, como ya quedaban muy pocos monos en el bosque, y era difícil cazarlos, los campesinos perdieron interés, entonces el hombre ofreció $20 por cada mono, y los campesinos corrieron otra vez al bosque.
Nuevamente, fueron mermando los monos, y el hombre elevó la oferta a $25, y los campesinos volvieron al bosque, cazando los pocos monos que quedaban, hasta que ya era casi imposible encontrar uno.
Llegado a este punto, el hombre ofreció $50 por cada mono, pero, como tenia negocios que atender en la ciudad, dejaría a cargo de su ayudante el negocio de la compra de monos..
Una vez que viajó el hombre a la ciudad, su ayudante se dirigió a los campesinos diciéndoles:
- Fíjense en esta jaula llena de miles de monos que mi jefe compró para su colección, ni recuerda que los tiene. Yo les ofrezco venderles a ustedes los monos por $35 y cuando mi jefe regrese de la ciudad, se los venden por $50 cada uno.
Los campesinos juntaron todos sus ahorros y compraron los miles de monos que había en la gran jaula, y esperaron el regreso del 'jefe'...
Desde ese día, no volvieron a ver ni al ayudante ni al jefe. Lo único que vieron fue la jaula llena de monos que compraron con sus ahorros de toda la vida.
Ahora tienen ustedes una noción bien clara de:
Cómo funciona el Mercado de Valores, la Bolsa y Wall Street